TROFEO DE FUTBOL AGOSTO 1981


 

Carteles Históricos:

III TROFEO Ciudad de Ceuta

Noches de gloria

Estadio Alfonso Murube

Bajo el cielo estrellado de Ceuta, en un agosto de 1981 cargado de emoción, el Estadio Alfonso Murube se convirtió en el escenario de un torneo que quedaría grabado en la memoria de todos aquellos que tuvieron el privilegio de presenciarlo.

El III Trofeo Ciudad de Ceuta fue mucho más que una simple competición amistosa; fue una exhibición de talento, pasión y orgullo, donde el fútbol se convirtió en el lenguaje universal que unió a tres equipos de distintas latitudes.

Los protagonistas de esta gesta fueron:

El Puebla FC de México,
El Sporting de Gijón y
La A.D. Ceuta

Tres equipos con historia y ambición que llegaron a la ciudad autónoma dispuestos a dejar su huella en el césped del Murube.

La expectación era máxima, los aficionados llenaban las gradas con el ansia de ver a su equipo enfrentarse a rivales de gran nivel, augurios de noches mágicas.

El 18 de agosto, la pelota comenzó a rodar y la primera batalla se libró entre la A.D Ceuta y el Puebla FC.

Con el aliento de su afición, el conjunto local se mostró imparable y consiguió doblegar al equipo mexicano con un contundente 2-0.

La ciudad celebró el triunfo con júbilo, pero aún quedaba camino por recorrer.

Dos días más tarde, el 20 de agosto,

La A.D Ceuta volvió a saltar al terreno de juego para enfrentarse al Sporting de Gijón, un equipo de renombre en el fútbol español.

Fue un duelo vibrante, con momentos de tensión y destellos de calidad, en el que el conjunto ceutí supo imponerse con un ajustado 2-1.

Con esta segunda victoria, la A.D Ceuta se proclamó campeón del torneo, levantando el trofeo con orgullo y escribiendo con letras doradas una de las páginas más brillantes de su historia.

El Trofeo Ciudad de Ceuta no era solo un torneo, era una celebración del fútbol, una tradición que reunía a equipos de distintos horizontes en una ciudad donde la pasión por el deporte rey se sentía en cada rincón.

La edición de 1981 quedó marcada como un momento de gloria para la A.D Ceuta, que demostró su valía ante rivales de altura y conquistó los corazones de sus seguidores con su entrega y determinación.

El Estadio Alfonso Murube, testigo silencioso de hazañas y gestas, vio cómo aquella noche el fútbol se convertía en un espectáculo inolvidable, donde la emoción, la garra y la ilusión se fundieron en un solo grito de victoria. 

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